miércoles, 13 de abril de 2011

Sencillo, geográfico e ignorante.

Un zorzal come el primer brote de primavera desde un árbol de ciruelo, una mujer de treinta besa con tintes underground a un joven de diecinueve y dos tipos mueven un papelillo de pasta base bajo las escaleras de un edificio, todo al mismo tiempo, todo en una ciudad, todo en la estructura que nos soporta.
Cada hecho es una suma solidaria de errores, aciertos tristeza y alegría, la trama urbana se extiende mas allá de su forma e infraestructuras, superponiéndose a ellas como una amalgama atmosférica compuesta de lo que Max Weber llama la interpretación causal correcta entendida como la comprensión de eventos sociales a través de aproximaciones metodológicas aceptadas por la ciencia, con animo me gustaría aplicar tales herramientas en la señora que viaja en el metro con cara de poto, las ojeras del habitante periférico y la adicción al mp3 que se ve en prácticamente todos los caminantes de la urbe; pues es sencillo presumir que estar mas de cinco minutos bajo la axila de un individuo en un vagón cerrado le frunce el ceño a cualquiera, levantarse toda la semana a las cinco y media para llegar a tiempo a laburar, pronto te hará parecer una mezcla de mapache con un tallarín cocido y las largas listas de tracks que te entrega un mp3 se convierte en el opio que te saca de circulación un instante y te hace viajar hacia los parajes arábigos de la Shakira, las caribeñas playas atestadas de mujeres de Dady Yankee o cuentas con el permiso de James Hetfield Vocalista de Metallica para volarle los sesos a tu jefe, aunque tu ingles se limite a un colegial “pencilcase”.
Todo esto es asimilado desde mi propia ignorancia, una tan grande que no hay muestreo estadístico que la logre suplir o amortizar, son los pequeños detalles de verdad, que por sencillos son invisibles, pero por ser tantos deberían ser tomados en cuenta para llevar a cabo las decisiones que afectan el sueño, animo e higiene mental de cientos de miles que salen en búsqueda del sustento que mantiene sus mundos locales, la tarea eterna de existir y traspasar vida.

2 comentarios:

  1. En el cemento se viven experiencias concretas, y la persona le imprime el estado inverso de lo logico a la ciudad; esencia que es palpable y le otorga personalidad unica a esta, teniendo como resultado una sumatoria de actos que combinan a la fuerza y que es el sello de cada poblacion.

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